[COLUMNA DE LA SEMANA] ¿Somos atletas, o meros frikis?
La revolución de los eSports ha generado una duda que ha traído cierta discusión al mundo del deporte: ¿son los eSports deportes? Para muchos, especialmente los jóvenes aficionados a los eSports, la respuesta es fácil: sí. Pero, para otros, fundamentalmente gente mayor o personas que no juegan mucho a los videojuegos, también tiene una respuesta fácil: no. Sin embargo, ninguna de las dos partes estaría en lo correcto, pues esta pregunta no tiene una solución sencilla; antes de nada, hay que preguntarse qué es un deporte. En esta columna expresaré algunas de mis ideas del tema e intentaré responder a la pregunta de si nosotros, jugadores competitivos de Smash Bros., somos atletas, o, como se nos considera generalmente, meros frikis.
Para responder a esa pregunta, comenzaré reflexionando por el nivel más básico de todos los deportes: ¿qué tienen en común el fútbol, el baloncesto y el curling? En su nivel más fundamental, que todas son actividades arbitrarias que miden habilidades generales. Da igual cuántas explicaciones intentemos encontrar para las reglas del fútbol: llegará un momento en el que tengamos que aceptar que son, simple y llanamente, arbitrarias. ¿Por qué hay cierto número de jugadores en cada equipo, en un campo de ciertas dimensiones, que tienen que meter una pelota dentro de una portería? La respuesta es “porque sí”.
Todos los deportes se basan en realizar una tarea arbitraria, como meter una pelota en una canasta, pasar una pelota entre dos palos o golpear una pequeña bola con una raqueta y hacerla pasar por encima de una red. Pero, como dije antes, todas estas actividades miden capacidades generales: resistencia física, facultad de planificación y estrategia, coordinación, reflejos... Pero, no todas las actividades arbitrarias que requieren habilidades generales son deporte; si no, tirar patos por la ventana sería un deporte, o lanzar una botella al aire. Estas acciones no son deportes porque les falta una característica imprescindible: reglas.
No hay deporte sin regla, ya sea el béisbol, el golf o el curling. Una serie de normas delimitadas y estandarizadas son esenciales para que una actividad sea un deporte. Además de reglas, en los deportes se debe poder competir por ver quién es mejor; si no, la oca o el parchís serían un deporte, pero su factor de suerte frustra todo intento de medir las habilidades con otra persona e incluso de mejorar dichas habilidades. Hasta ahora, los eSports, y por tanto Smash, cumplen con los requisitos básicos: son actividades que miden capacidades generales como los reflejos, la estrategia, el aguante, la concentración, el trabajo en equipo, etc.; tienen reglas estandarizadas; y son competitivos y permiten el entreno y la mejoría de las habilidades. Sin embargo, ahora entraremos en el pantanoso terreno en el que empiezan a surgir las dudas: ¿no debe ser un deporte una actividad física?
«El ajedrez competitivo resulta profundamente agotador y extenuante, por lo que requiere de un extraordinario aguante físico para soportar las largas y duras sesiones de juego»
Es justo aquí donde se produce el gran conflicto. La mayoría de expertos no tiene ningún problema en reconocer los eSports como una competición seria; pero, sí tienen dificultades a la hora de entenderlos como deportes, y la razón de ello es que en un deporte es fundamental el esfuerzo físico. Para esta parte de la discusión, es de gran ayuda el ajedrez, un juego de mesa intelectual que es considerado deporte por el Comité Olímpico, y para defender esta postura argumentan que el ajedrez competitivo resulta profundamente agotador y extenuante, por lo que requiere de un extraordinario aguante físico para soportar las largas y duras sesiones de juego.
Aquí llegamos a un punto crucial, pues si este argumento no te convence y no consideras que el ajedrez sea un deporte, entonces el eSport no es un deporte para ti. No obstante, si te convence y aceptas la condición deportiva del ajedrez, los eSports y Smash Bros. aún no han llegado a su “Game Over” en esta “carrera” por ser reconocido como deporte. Pero, tras este requisito, llegamos a uno que, desgraciadamente, no cumplen la mayoría, y menos en España: un deporte debe estar regulado internacionalmente por instituciones.
El fútbol, el baloncesto, el ajedrez... todos tienen sus federaciones, organizaciones e instituciones. Afortunadamente, en varios lugares del mundo, especialmente en países donde los eSports son relevantes, como EE.UU., los deportes electrónicos tienen federaciones o están comenzando a ser regulados, en cierta medida, por alguna institución. En España, tristemente, no podemos decir lo mismo. Por ahora, los eSports aquí no gozan del prestigio de deportes tradicionales, y menos aún Smash Bros., que es una competición enana comparada con los titanes como LoL, Counter Strike o FIFA. Me temo que, hasta que estemos respaldados y reconocidos por instituciones, nuestra actividad no será un deporte; tal vez sea una competición seria, una competición intelectual, pero no un deporte. Ojalá cambie esto pronto y se nos considere, en vez de meros frikis, atletas. Eso sí, hay una última pregunta, que no responderé, que hace tambalearse todo lo dicho: ¿puede considerarse deporte una propiedad intelectual de una empresa privada? ¿Puede ser un deporte algo que no es de todos porque tiene un dueño?
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