Stream OFFLINE
Nos vemos en la próxima retransmisión.

[COLUMNA DE LA SEMANA] Tu bracket demon

El upset moral que realmente buscas

Llevo más de año y medio compitiendo en Smash. He ido a un total exacto de 31 torneos en el momento que publico esta columna. Sé que realmente no son muchos y menos cuando un poco más de la mitad son online, pero sí son los suficientes para tener el conocimiento necesario para poder hablar de un tema que considero que no se suele tocar mucho, ya sea por el propio ego o porque puede llegar a incomodar a la otra parte. Por supuesto desde el buen rollo competitivo, hablo de tu némesis en la bracket (o “bracket demon”, como se suele decir).

En efecto, me refiero a esa persona que siempre te gana. Aquella que es capaz de adelantarse a cualquier movimiento tuyo sin que sepas nunca cómo. Tras tantas partidas seguidas con el mismo desenlace llegas a creerte que el set estaba guionizado para que hicieras lo que hicieras acabases perdiendo. Y ojo, no tiene por qué tener un nivel de habilidad superior para acabar convirtiéndose en tu némesis. Tanto en mi caso como en muchos otros que me han comentado diferentes jugadores, el nivel de sus bracket demon es prácticamente parejo o hasta tienen un peor ratio de victorias. Incluso aunque no te tomes muy enserio el competitivo, soy consciente de que estas derrotas repetitivas pueden llegar a ser muy frustrantes y por ello quiero dar mi curiosa experiencia personal sobre el tema.

Cuando entré a una venue para jugar mi primer torneo offline desconocía que el jugador contra el que me tocaba jugar acabaría siendo mi némesis. Seguramente lo conozcáis por su faceta de streamer o por la de hacer los mejores montajes de Smash Bros. Spain más que por la de jugador, pero hasta el día de hoy nunca le he ganado un set a ZaWarudo. Daba igual que fuese un torneo serio, un salón del manga random o hasta un torneo nocturno improvisado pre-Glory 2.0 que bautizamos como “ESAM ES MUY CALVO #1”; su Captain Falcon siempre me ganaba. Las derrotas han sido de toda índole, desde perder por mucho hasta remontarme un set que tenía prácticamente asegurado para acabar palmando last game last stock.

«Llegó a crearse una bola de nieve psicológica tan pesimista que en nuestro penúltimo enfrentamiento no me apetecía ni jugar»

A medida que iba perdiendo contra él, cada set donde coincidíamos iba con peor estabilidad mental que el anterior. Lo empezaba con mala gana previendo cómo seguramente iba a terminar la historia. Llegó a crearse una bola de nieve psicológica tan pesimista que en nuestro penúltimo enfrentamiento no me apetecía ni jugar.

Mientras ZaWarudo iba rompiendo mis esquemas, yo me estaba convirtiendo en el némesis de alguien que, irónicamente, también jugaba en su momento Captain Falcon. Hablo de Muki, el cual la mayoría que estuviera mínimamente metido en la comunidad española competitiva le conocerá por haber viajado a casi todas las venues del país. Este jugador demostró que podía hacer torneos increíbles y upsetear a gente del top 50 nacional, pero yo era un muro para él. Pude notar cómo su mente se hacía añicos tras remontarle con un F-Smash mío – encima missinput – a 60% en su quinta derrota consecutiva. Sin embargo, en poco tiempo supo cómo darle la vuelta a la tortilla. ¿Conocéis el dicho de “Si no puedes con el enemigo, únete a él”? Pues efectivamente, Muki pasó de su Captain Falcon a mainear Bowser y la siguiente vez que nos enfrentamos no hubo sexta victoria seguida a mi favor.

Perder esa racha me hizo recapacitar acerca de cómo visualizar mis partidas contra ZaWarudo. En vez de frustrarme por el “destino caprichoso” de perder siempre, era el momento de buscar la nueva vía que me llevaría a la victoria. He pasado de querer evitar a toda costa jugar contra a él a que esté totalmente motivado a encontrar el verdadero porqué de mis derrotas. Hace unos meses nos tocó jugar de nuevo y, aunque volví a perder con una remontada de games incluida, me lo tomé como un reto personal que aún tengo pendiente en vez de hundirme más como seguramente hubiera hecho en el pasado.

Por eso, a cualquiera que me esté leyendo y tenga su “bracket demon”, le pido calma. La paciencia es una virtud, y este es otro ejemplo de ello porque el sendero puede ser muy largo. También tened en cuenta que en Ultimate es bastante difícil mantener la ventaja de toda la partida. Es tan dinámico y explosivo que cualquier error puede determinar un game o incluso el set entero. Y si encima a eso le sumamos que existen personajes que explotan esa mecánica de castigo como es Bowser o Captain Falcon, ni te cuento. Ahora bien, eso no quita que tarde o temprano consigáis el verdadero upset moral que tanto ansiáis. Confiad en vosotros mismos, es una parte fundamental para conseguirlo.

Me despido con una frase de MkLeo en una entrevista suya de 2021 tras preguntarle si se sentía imbatible en el juego: “Todos empezamos el game con tres vidas y cualquiera puede quitármelas antes. Al fin y al cabo, aunque sea el mejor del mundo, sigo siendo un jugador más”.

Comentarios · 3

Debes estar logeado para poder dejar comentarios.


2 comentarios Ordenar comentarios por
Xevii
Me encanta esta columna, sabe destacar algo que algunos players han tenido a lo largo de su vida y la frase final es buena para recapitular. Mucho ánimo en los torneos AleXXanti!!
0

AleXXanti
Muchas gracias Xevii y me alegro que te haya encantado la columna. Seguiremos a tope!!
0