[COLUMNA DE LA SEMANA] Balancear la voluntad de ganar

Hacía mucho tiempo que no iba a un torneo y hace unas semanas fui a un torneo de Mystic Squad (el Day M 2, concretamente), porque tenía ganas de jugar offline. Como contexto adicional voy a añadir que mi habilidad no es muy alta y llevaba como un mes sin jugar. A partir de aquí adivinar cómo fue mi torneo no es tarea difícil. Acabé perdiendo todos los sets que jugué, bajando en posición con respecto mi último torneo y fallando mi meta de pasar una sola ronda. Pero mi mentalidad fue bastante distinta a cómo lo llevaba para diferentes torneos y se juntó con un ambiente bastante agradable que había en la venue que quitaba presión a la hora de jugar.
Mi mentalidad en torneos nunca suele estar centrada en ganar el torneo o llegar lejos. Ya que mi nivel es bajo, normalmente busco superar mi marca anterior. Pero esta vez también iba teniendo en mente que no había jugado desde hacía bastante tiempo, así que también tenía como meta analizar mis propias partidas y ver cómo juego. Me di cuenta rápidamente de que aunque no estaba ganando estaba pudiendo adaptarme bien a mis rivales. La sensación era que las partidas me parecían más “balanceadas” no en habilidad, sino en que en vez de una lucha desesperada, era una oportunidad de aprender, y cada rival tenía algo nuevo que enseñarme.
En vez de callarme después del “GG”, intentaba hablar y escuchar a mi rival, qué tenía que decir sobre el set y también para charlar y conocer a más gente en la comunidad. Cabe decir que esto me hizo sentir más bienvenido que nunca en una comunidad en la que llevo años participando. Estaba ganando como motivación solo divertirme y conocer gente. Pero tiempo después me entraban dudas, si cada vez estaba jugando menos para ganar, ¿por qué no centrarme en ladders o freeplays? Tampoco es que fuese a ganar ningún torneo. Fue una duda que me hizo replantearme mi posición en la comunidad. Al fin y al cabo, ¿si no quiero jugar para competir, para qué jugar competitivamente?
El error de mentalidad de mucha gente es esperar buenos resultados rápidamente aunque se tenga nivel bajo y eso da frustración al no tenerlos. Yo mismo cometí esos errores hasta aprender a ponerse metas realistas. Una mentalidad así de tóxica suele acabar mal, ya que conlleva darse muy poco margen de error, mal perder, echar una cantidad inhumana de tiempo al juego entre otros malos sabores de boca. Aun así, en el otro extremo no hay motivación para competir, si se juega solo para divertirse no hay razón para participar en torneos, es como apuntarse a una maratón porque el paisaje de la carrera es bonito.
Este dilema recuerda a toda una controversia que hubo con el streamer Ninja, que dijo lo siguiente:
La frase "es solamente un juego" es una mentalidad tan débil. Estás bien con lo que ha pasado, perder, la imperfección de un oficio. Cuando dejas de enfadarte después de perder, has perdido dos veces.
Siempre hay algo que aprender, y siempre se puede mejorar, nunca te conformes.
Esta frase causó revuelo porque parecía que Ninja se quejaba de la gente que jugaba por diversión a juegos competitivos. Y mientras que personalmente creo que Ninja estaba enfadado por la gente que no se toma en serio estos juegos, cabe decir que al apuntarse a un torneo por diversión, sin importar resultados, se le podría quitar el puesto a alguien que le da mucha más importancia al juego. Hay momentos para jugar a juegos por diversión, pero si tu diversión acaba costándole la entrada a un torneo a alguien que se toma el juego es una situación un poco injusta. De la misma manera que entiendo que al fin y al cabo son videojuegos, incluso la gente que los juega seriamente los juega porque tiene cierto grado de diversión al jugarlos.
Después de darle vueltas llegué a la conclusión poco sorprendente de que el punto medio es lo mejor. Donde no puedo castigarme por perder, pero he de tener motivación para ganar y ponerme metas, y aunque he de querer divertirme, he de buscar una motivación para competir. Y lo que me motivó más para jugar y lo que me motiva ahora para jugar es la propia competición en sí. La intensidad del combate, aprender de mis errores, hablar con mis rivales… Todo eso que empecé sin darme cuenta en mi última vez en un torneo van a ser mi nueva motivación y estoy bastante seguro que me ayudará a pasármelo mucho mejor en los torneos.
Comentarios · 2
Debes estar logeado para poder dejar comentarios.