Buenos días, ¿todo bien? Hace unos días me dio la curiosidad mientras estaba en mi sesión de masacrar a la CPU de este juego para aprender combos y desyncs (ya sabéis, cosas mías con las que siempre soy pesao) cuando de repente me llegó una duda a la cabeza: "¿Y yo por qué elegí usar a mi personaje?". La verdad es que realmente la incógnita se me quedó en la cabeza y estuve pensando mucho tiempo la respuesta.

Partiendo por contar mi historia… empezamos en Brawl (oh, qué raro, nadie se lo esperaba…; nótese la ironía) y siendo yo un niño de la época que solo se crió con JRPG y entre ellos estaba Pokémon: "¡Anda mira, un entrenador! ¡Esto pa’ mí!". Poco a poco encontraba nuevos personajes en ese Emisario Subespacial que me obligaba a probar sin parar hasta que encontré a cierto niño psíquico, amigo de Andy. ¿Lo pilláis?: ¡era Lucas! Y no, no era un pato. Creo que muchos podrían deducir mi cariño hacia ese personaje precisamente por mi Nick (ya que pertenece a un personaje del mismo juego), pero algo no estaba bien.

Seguía jugando (muy casualmente y con mis objetos) hasta que encontré lo que era la perfección: dos niños con un martillo. Simple, bonitos y efectivos; los Ice Climbers fueron mi pasión desde el momento en el que pude tenerlos en mis manos (o en mi mando, mejor dicho) y luego más aún tras ver esos combos tan bonitos de agarres que eran tan famosos por el momento.

Sin embargo, en Ultimate decidí que jugaría a Bayonetta por ser mi reina y por lo bonitos que eran sus combos. Solo fue cuestión de tiempo y de probar mis recuerdos del pasado para que voliera a mis raíces con los enanos con martillo. ¿Es por la dificultad mecánica? ¿Es por el cariño? ¿O es que la forma de jugarlos complementa lo que busco con el juego?

«¿Qué nos une a un personaje para que sea nuestro objetivo principal a la hora de jugar?»

Es normal ver a muchos jugadores en el competitivo usando las mejores opciones del roster, pues su objetivo, además de divertirse, es ganar, y para ello lo idóneo es preparar lo mejor posible el terreno;- ¿para qué dificultarlo? Sin embargo, todos hemos sido testigo de muchos jugadores con gran potencial (¿y renombre?) que jugaban sus personajes favoritos, aquellos que les hacía disfrutar plenamente el juego. Curiosamente, y ante cualquier pronóstico, si bien tenemos personajes por encima de la media en cuanto a aptitudes para el desarrollo de las partidas, podemos darnos cuenta de que cualquiera de los integrantes del roster ha tenido alguna representación muy buena trayendo así variedad a los torneos y partidas. ¿Qué factor influye para que tengamos esta variedad?

Estilo de juego más defensivo… ¿o más ofensivo?; quizás acciones lentas o muy rápidas con poca capacidad de reacción. Sea cual sea el motivo, una pregunta siempre llega a la cabeza: ¿te diviertes jugando a ese “main character”? ¿Disfrutas el juego usándolo? Pueden parecer preguntas estúpidas y muy obvias, pero con ello se puede derivar a cierto punto: muchas personas ponen en sus manos a algún miembro del plantel para obtener resultados sin evaluar el resto de aspectos. Es una opción válida, pero me pregunto si realmente merece la pena.

¿Cuál es la fórmula? ¿Qué nos hace encariñarnos con el personaje de un videojuego? Sin ser una gran necesidad el dedicarse profesionalmente a Smash, ¿cuál fue tu móvil para jugar con ese objeto programado? Y más allá de los resultados y todo aquello que pueda aportar, ¿crees que comparte tu esencia como jugador?