Permítanme que me ponga dramático. Bueno, o no. A mí me da igual, esto ya está escrito. Ya podemos decir, sin ningún atisbo de duda, que el juego Super Smash Bros. Ultimate ha finalizado su desarrollo. Ya está. Ya no hay más. Si esperaban, queridos lectores, que su personaje recibiera alguna mejora por parte del equipo de balanceo (el Mario Party del equipo de desarrollo del juego), deberán esperar al próximo juego de la franquicia. Si es que lo hay.

Que muy seguramente lo habrá, pues se trata de un juego que da mucho dinero a la compañía, y aunque la Gran N en ocasiones patine de forma ostensible (como la alianza con Philips, la Virtual Boy o añadir a Min Min al juego), la franquicia Super Smash Bros. da demasiado dinero como para pasarlo por alto. Esta serie de juegos se ha convertido en una de las vacas sagradas de Nintendo, y no es para menos.

Pero volvamos al tema del que les he venido a hablar. Como ya he anticipado, el juego ha entrado en un estado de muerte letárgica. Y ha sucedido hace poco, con el declarado como último parche de balanceo del equipo de balanceo, que nos ha brindado una de cal y otra de arena. O una de cal y treinta de arena, si así lo prefieren. Hagan el bloque a su gusto. Lo repetiré, por si alguien no se había quedado con la copla. Ya no hay más, el juego no va a cambiar. Para suerte o desgracia de muchos.

Y alguno se preguntará: ¿y qué pasa ahora con Super Smash Bros. Ultimate? Pues bien. Todo el hype de la incertidumbre de los personajes nuevos ha desaparecido, lo que también les recorta mucho espacio en la prensa. El juego va a perder visibilidad de forma inmediata, y las personas que pueden darle publicidad se reducirán a unas pocas. El juego caerá en desuso, y finalmente será abandonado…

«¿Es Ultimate un juego lo suficientemente memorable como para que los usuarios lo mantengan con vida?»

O no. A sabiendas de que la Gran N no apoya a la escena competitiva y a una prensa reticente (seguro que tratará de aprovecharse de todo lo gordo que suceda, pero no se implicará en un juego que no tiene novedades), todo se reduce a lo que los usuarios puedan mantener el juego vivo. Tenemos el precedente de Super Smash Bros. Melee, que se ha convertido en algo muy dedicado por parte de sus usuarios, y estos lo han mantenido con vida durante muchos años.

Tomado todo esto en consideración, todavía hay muchas preguntas que quedan latentes. ¿Es Ultimate un juego lo suficientemente memorable como para que los usuarios lo mantengan con vida? ¿Existen tantos jugadores dedicados en la comunidad de Smash Bros. Ultimate como para hacer que la pasión por el juego persista? ¿Cómo van a reinventarse las escenas competitivas para dar más vida al juego? ¿Qué pasará con el apoyo de los sponsors sobre los jugadores una vez que vean que el juego no se actualiza y no existen más novedades?

En lo personal, creo que al juego le quedan cuatro, quizá cinco años de vida. Siendo generosos. En la actualidad hay muchas empresas con capacidad de hacer videojuegos parecidos a Super Smash Bros. Ultimate en cuanto a jugabilidad (si bien no en licencias y personajes icónicos, eso es obvio), igual o mejor balanceados y con una escena competitiva mucho más apoyada por sus creadores y lo que a estos rodea. La saga de Super Smash Bros. es icónica por muchos motivos, pero puede que eso no sea suficiente en un futuro.

A modo de resumen, todas las preguntas que he realizado podrían reducirse a una sola en lo que a nosotros nos compete: ¿Es posible que la comunidad de Ultimate sobreviva al paso del tiempo? El tiempo no espera a nadie. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac.