Con la reciente inclusión del icono de los juegos de lucha Kazuya, proveniente de la saga Tekken, nos acercamos al inevitable final de los personajes de contenido descargable, y, con ello, a la posible versión definitiva de Super Smash Ultimate. Tan solo resta una última adición al compendio de luchadores más diverso de la historia de esta serie para despedirnos de esta tradición de cada tres meses. Las especulaciones, los nervios, los anuncios (a veces falsos) de nuevos directos, el reunirnos para observar como ese símbolo de cruz corta la pantalla para mostrarnos al fin lo que llevábamos días deseando… Y que comience el espectáculo.

Y no, no me refiero al anuncio en sí, aunque he de reconocer que más de una vez me he quedado sin voz al reconocer cierta melodía, o al contemplar al nuevo personaje en toda su gloria irrumpiendo en mitad de un combate. No, el espectáculo del que quiero hablar es el que se arma, pocos minutos después del lanzamiento, en redes sociales y en grupos de todo tipo.

Porque, seamos sinceros, el gusto y la unión hacia un personaje es completamente subjetiva. Nadie crea al gusto de todos, ya que es imposible complacer hasta el último de tus consumidores. Es por ello que, al menos, una persona verá ese tráiler y se le hinchará una vena. «Vaya forma de desaprovechar un hueco en el pase de batalla» o «¿meten a este tío, que lo conocen tres frikis, en vez de a este otro, que es una figura imprescindible en la historia de los videojuegos» son dos de mil frases que seguro que todo aquel con una mínima integración en la comunidad habrá leído más de una vez, acompañadas con el siempre presente e hiperbólico: «¡Pues ya está, dejo el juego!», clásico donde los haya.

En internet se suele exagerar todo, eso es algo que hay que tener en cuenta a la hora de tratar estos temas. Sin embargo, hay usuarios a los que se les nota una falta de empatía enorme a la hora de juzgar si un recién llegado merece su lugar en el plantel. No pasa nada porque no te guste ese recién llegado. Yo mismo no estoy muy emocionado con los últimos, a excepción de un par. Como decía al principio, el gusto es subjetivo, y, por tanto, loable dentro de los límites del respeto. No obstante, es del respeto, o de la falta de este, de lo que quería decir un par de cosas.

«Estos comportamientos equivalen al de un niño pequeño que no solo llora porque sus padres no le han comprado el juguete que quiere, sino que ven a un compañero de clase con él, y se lo rompen»

Sí, puede no gustarte un personaje, pero no, no está bien ir a una persona al que le guste con argumentos con la intención de invalidar su gusto. Ni tampoco, por supuesto, situarte por encima de esa persona, como si tu opinión, recalco, subjetiva, fuera más correcta que la de esta. Porque he visto a más de uno, con inclusiones como la de Steve o esta última de Kazuya, que a la mínima que veían a alguien genuinamente feliz por poder jugar con su personaje favorito, le iban con ensayos de tres páginas de por qué su opinión no era válida. Nos hemos vuelto locos.

Si a ti no te gusta, que te digo, Steve, pues te aguantas. O no, quéjate por tu cuenta, si eso te ayuda a desahogarte. Pero lo mínimo que se espera de alguien con respeto y saber estar, es no hacer el esfuerzo de entrar en un tweet de alguien que quizá ni siquiera conozcas, y soltarle la parrafada de turno sobre por qué se equivoca al gustarle un personaje que a ti no. Puede que suene muy agresivo, pero estos comportamientos equivalen al de un niño pequeño que no solo llora porque sus padres no le han comprado el juguete que quiere, sino que ven a un compañero de clase con él, y se lo rompen. Una muestra de superioridad irreal, que solo sirve para hinchar egos y muy poco para crear un ambiente de concordia y camaradería en la comunidad.

En conclusión, y por no extender más un tema del que no me gusta que se haga más publicidad que la que estos sujetos proporcionan, solo pido respeto. Respeto hacia las personas que disfrutan el juego como ellos desean, respeto hacia cualquier jugador que exprese su amor por el personaje que, por fin, va a poder controlar en combate. No está mal hablar sobre un personaje, sobre lo que signifique su inclusión, o sobre lo que a ti te transmita. Tan solo intentemos mantener una conversación, en lugar de un pisoteo.