Tenemos el placer de presentar la primera entrega del proyecto de los debates de la redacción de Smash Bros. Spain. Para esta primera publicación traemos a escena un tema relacionado con la futura vuelta de los torneos presenciales: ¿se debería tener en cuenta el online a la hora de seedear una bracket o, por el contrario, se debería ignorar y basarse mayormente en resultados offline pre-pandemia? Makoto y Ramonium nos dan su opinión.

¿Por qué sí se debería tener en cuenta los resultados online?

Ramonium, mi padre, o mejor dicho, "señor Jefe de Redacción", como te gusta que te llame la gente ahora. Odias tanto el online que hasta estás dispuesto a no querer aceptar el sentido común a la hora de plantear las brackets en la vuelta de los torneos presenciales, y lo peor de todo es que tu opinión parece ir por Wi-Fi, porque menudos tirones... No se puede simplemente ignorar un año, o más de un año de competitivo por muy online que sea.

Estoy de acuerdo contigo sobre que jugar en línea y jugar de manera presencial atisba cambios, pero creo que dejas fuera de la ecuación al jugador y te centras solo en las características de juego. Hay mucha gente que pese a todas las dificultades y desmotivaciones, le ha dedicado muchísimas horas de preparación vía online y gracias a esto ha podido mejorar, porque es una realidad que se puede mejorar jugando online aunque sea un formato distinto (ya hemos tratado este tema varias veces) y quien no pueda es porque no sabe hacerlo.

Comentado lo anterior, hay jugadores que van a tener progresión, así como otros jugadores que no han practicado casi en esta cuarentena, van a bajar su nivel. ¿Ignoramos estos parámetros? ¿Un jugador que no ha jugado tanto en 2020 va a recuperar todo su nivel pre-pandemia en el primer torneo presencial? Los estados de forma de los jugadores cambian y han cambiado en esta época de pandemia y aunque jugar online no sea una forma exacta de tomar cuenta de ello, me parece un error ignorarlo, hacer como si no existiera por el hecho de que no es una fuente exacta para medir los resultados.

Está claro que el concepto de ser mejor o ser peor puede venir dado porque el juego online es distinto de lo que es offline, pero, ¿no es más sencillo intentar adaptar una bracket teniendo el cuenta el nivel de todos los torneos recogidos recientemente e ir puliendo el seeding acorde a los torneos presenciales que se vayan haciendo, en lugar de al revés? ¿No crees que es más natural seedear a una persona con resultados actuales que darle una posición basada en torneos de hace un año o más de un año de antigüedad? Quizá la clave no esté tanto en basarse completamente en el online o en el offline, sino en hacer un conjunto y aproximación de ello.

«Intentar no darle su importancia a la época competitiva de pandemia me parece un error, aunque luego vayan a existir diferencias online-offline»

Los organizadores de torneos tendremos (ojo, el regreso) que hacer un esfuerzo por analizar a los jugadores de su región a la hora de seedear las brackets. Ver quién ha estado jugando más, quién menos y cómo ha afectado el online para poder hacer un baremo equilibrado acorde al juicio de cada organizador. Porque lo que no se puede hacer es huir de responsabilidades y pensar que en un año o más, no ha cambiado nada y excusarse detrás del argumento de que el juego online no se debe tener en cuenta porque no es una fuente fiable al 100%.

Siendo conscientes de las características del online, hay que tratar de hacer trabajo de estudio y adaptar las futuras brackets y en base a eso. Poco a poco ir puliendo hasta que la gente vuelva a estar en ese modo offline. Me apuesto lo que quieras a que habrá gente que baje, pero habrá gente que se pueda mantener, o que suba el nivel gracias al trabajo que ha hecho en la pandemia. Habrá cambios y creo firmemente que no deben ignorarse hasta alcanzar la estabilidad.


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¿Por qué no se debería tener en cuenta los resultados online?

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